En exteriores, la lluvia puede ser suficiente para limpiar con eficacia toda la suciedad y depósitos del acero inoxidable.
El acero inoxidable en el exterior, se expone a una mayor cantidad de condiciones agresivas como resultado del contacto con atmósferas marinas, ambientes repletos de contaminantes industriales y suciedad atmosférica y del tráfico.
Todo esto provoca la aparición de manchas marrones. Se debe limpiar el acero, y dependiendo de la suciedad y acumulación de depósitos, cada 6 o 12 meses. Para limpiar el acero de este tipo de contaminación se usan limpiadores de acero inoxidable que contengan ácido fosfórico.
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